Caminar reduce el colesterol, el azúcar, la hipertensión, la depresión, además de incontables beneficios para la salud física y mental.
Los expertos en medicina preventiva nos recomiendan caminar al menos, media hora diaria para beneficiar nuestra salud y siempre que sea posible en un entorno natural.
• Tónico para tus células. Caminar al menos media hora cada día es la forma más sencilla de fortalecer tus músculos, articulaciones, ligamentos y huesos, oxigenar tu organismo, mejorar tu sistema cardiovascular, tonificar tu cuerpo, acelerar tu metabolismo, liberar endorfinas y eliminar el estrés.
• Camino hacia lo natural. Mantenerte en contacto constante con la naturaleza es básico para tu bienestar psicológico y emocional.pasearse simplemente en un bosque o parque poniendo atención en todo lo que nos rodea, es una forma de meditación.
• Alivio para tus piernas. Según un estudio de la Escuela de Medicina Feinberg, de la Universidad Northwestern de Chicago, caminar tres veces por semana detiene el avance de la enfermedad arterial periférica, que es una de las causas más comunes del dolor de piernas en las personas mayores y que va empeorando con los años.
• Cada paso aleja el infarto. Caminar 30 minutos diarios mejora la salud de tu corazón. Al hacerlo de cinco a siete días a la semana, consigues mejorar la función del corazón y reduces tus niveles de colesterol. Además puedes retrasar cualquier problema cardiovascular o mejorarlo si es que padeces alguno.
• Antídoto para la tristeza. Con sólo caminar media hora, las personas con depresión logran mejorar su humor. Al caminar 30 minutos reducen los pensamientos negativos, el enojo, la tensión y el cansancio. Captar fitoncidas.Las fitoncidas son compuestos volátiles que producen las plantas y los árboles como defensa, conocidas por su efecto antimicrobiano, que se han demostrado eficaces en la prevención del cáncer y como antibióticos naturales. Los «caminantes del bosque» demuestran menor concentración de cortisol en la saliva, conocida como la hormona del estrés, mejor regulación de la presión arterial y el ritmo cardiaco, y un aumento en la actividad y la cantidad de las células naturales que fortalecen el sistema inmunitario y de las proteínas anticancerígenas. Las concentraciones de fitoncidas aumentan durante la estación de crecimiento del verano y disminuyen durante el invierno, aunque están presentes en los troncos de los árboles, incluso cuando pierden sus hojas en el otoño.
La naturaleza aparte de preciosa y mágica es gratis así que no dejemos de buscar un bosque o un parque lleno de árbolesy plantas, escuchar el canto de los pájaros y sus sonidos, cerrar los ojos y respirar hondo e impregnarnos de sus olores a plantas y flores para beneficiarnos de sus poderes curativos.